lunes, 3 de octubre de 2016

Mi periodo, yo y mi otro yo. Consejos para llevar la menstruación de la mejor manera

Como mujer sé que la menstruación es un proceso natural que en promedio llega una vez al mes a poner todo nuestro mundo de cabeza y de la manera más injusta y dolorosa. Y es en esos momentos donde uno se pregunta. ¿Por qué a nosotras y no a ellos? Bueno, de alguna manera nosotras nos convertimos en el sexo fuerte y debemos enfrentarnos no solamente a este doloroso evento mensual sino a otros alternos en la vida como sufrir 9 meses de espera, que no siempre son los mejores, y un parto traumático para poder tener un hijo mientras los hombres disfrutan, miran y acompañan.

Pero bueno, es lo que nos tocó y la idea de este artículo es ayudarte a llevar tu periodo de menstruación de la forma más cómoda. Como primera medida, y no sé si a ti también te pasa, estos 5 o 7 días de prolongada pérdida de sangrado, por óvulos no fecundado que deben expulsarse de nuestro cuerpo, es la mayor tortura que podemos sufrir las mujeres sin estar enfermas. ¡Algo mágico!



Y es que durante estos días, y hasta una semana antes, nos comenzamos a sentir un "poquito" susceptibles y nuestros cambios de carácter predicen que estamos a punto de llegar a unos días complicados para nosotras. Además, ese dolorcito en los pechos, que nos hace que nos vistamos con mucho más cuidado, nos anuncia que estaremos así por unos buenos días. 

Pero mujeres, esto es inevitable...es como si estuviéramos en una de esas películas donde uno sabe que va a morir y luego resucitará al otro mes para volver a vivir el mismo evento. Personalmente, estos días para mí vienen con mucho calor, cólicos, malestar estomacal y desaliento, aspectos que hacen que una mujer activa se convierta en una mezcla de Macgyver con Kunfú panda, porque simplemente ¡No podemos parar! y tenemos que buscar la manera de seguir adelante con la casa, la familia, el trabajo, los compromisos y otras actividades.



Es por todo lo anterior, que quiero compartirte lo que "el perio", como algunos lo llaman científicamente, me ha enseñado para llevarlo de la manera más amigable posible ya que por varios años será mi compañero una vez al mes. Esto es como soportar a la amiga que bebió de más en la fiesta y debemos acompañarla, ayudarla, aguantarle el llanto o la risa extrema y llevarla a casa hasta que se le pase el efecto del alcohol, será solo un tiempo y luego pasará.



Como primera medida, y esto lo puedo verificar, una mujer hidratada es más fuerte en cualquier circunstancia. Y es que, por lo general, el periodo menstrual viene acompañado de un estreñimiento estomacal que a su vez intensifica síntomas como cólicos, desaliento y el calor. Personalmente, me cuesta mucho tomar agua, así que lo que hago es que una semana antes, cuando comienzo a tener síntomas como granitos y un dolorcito leve, empiezo a tomar té de lo que sea durante todo el día. La verdad que esta costumbre me ha ayudado muchísimo a minimizar todas, pero todas las molestias. Lo mejor de todo es que el té lo puedes tomar frío o caliente y se puede llevar en un termo o frasquito a donde vayas.  



También es muy importante reducir en estos días el consumo de sal y azúcar al mínimo posible y tratar de caminar más. Hay momentos en los que no llego a tomarme la pastilla del dolor a tiempo y se llega el cólico sin filtro. Antes me acostaba a revolcarme y quejarme si el dolor era muy intenso, ahora aprendí que apenas sienta el comienzo del dolor tengo que caminar y caminar. Es impresionante como esta actividad mitiga el dolor y lo alivia de manera más rápida que acostarse a lamentarse.

Además, en los días menstruales, es importante tener una dieta rica en calcio, ya que esto nos ayudará a que nuestros cambios de humor no sean tan bruscos e intempestivos. Recordemos que el calcio está muy presente en los lácteos. Además, para esas personas que por alguna circunstancia no puedan tomar medicamentos químicos para cólicos, no hay nada mejor que infusiones de hierbas naturales bien calientes.



Espero que estos concretos tips te ayuden, como a mi, a mejorar tu calidad de vida durante el periodo menstrual mes a mes. Recuerda también durante este tiempo vestir prendas sueltas y evitar  al máximo cinturones, elásticos y similares que hagan presión y en consecuencia, produzcan más hinchazón y dolor.

Mujer, ¡adelante que todo tiene solución!

Autor: Shirley Alvarez Bahamón






miércoles, 27 de julio de 2016

¿Por qué algunas mujeres prefieren estar mal casadas que solas?

Buscar pareja en la actualidad se ha convertido en un tema que para algunos no tiene importancia y para otros es casi que una obsesión.  




En esta oportunidad he decidido escribir acerca de un tema que parece el factor común de más matrimonios de los que te puedas imaginar. Inclusive, te invito a ver a tu alrededor y contar las parejas amigas y conocidas que en realidad son felices. ¿cuantas contaste? No quisiera ser negativa, pero casi puedo asegurarte que no superan en número los dedos de una sola de tus manos. 

Pues bien, si sigues conectada o conectado con este tema, de seguro te estarás preguntando, ¿Pero que le pasa a esta gente que prefiere seguir junta a tomar un camino más feliz cada uno por su lado? Pues la respuesta, aunque parezca increíble, es una palabra que bien entonaba la querida y recordada Rocío Durcal en una de sus canciones: costumbre.



"No cabe duda que es verdad que la costumbre, es más fuerte que el amor", es uno de los estribillos que recordamos del tema de la famosa española. Pero esto va mucho más lejos de la simple expresión, ya que la "costumbre" va acompañada de otras definiciones como "dependencia económica", "hijos", "intereses monetarios comunes", "baja autoestima", "carencia de auto valoración", "maltrato sicológico o físico", "quedar solterona" y la peor de todas se llama "miedo o temor".

Por mucho tiempo, o casi durante toda mi vida, he visto parejas que efectivamente están juntas hasta que la muerte las separa pero también he sido testigo de sus miradas de infelicidad, que personalmente, no quisiera experimentar nunca. 

Y es en ese momento donde siempre me pregunté: ¿Que puede ser más importante que la felicidad?, y bueno, con los años aprendí que cuando le damos cabida al temor, éste puede tener el principal protagonismo en nuestras vidas. ¿Y que podemos hacer?



Seguramente que enfrentar los miedos no es algo muy fácil de hacer pero es la manera correcta de superarlos y salir a luchar por tu propia felicidad. Recuerda que si tú no eres feliz, es imposible que puedas hacer feliz a los que amas como padres, hijos, amigos, compañeros y pareja.

Si te sientes identificada, como primera medida debes salir y buscar ayuda de quien pueda tener una visión más objetiva de tu situación y preferiblemente sea un profesional como un psicólogo o asesor espiritual. Luego, debes empezar a cambiar el lente con el que te estás viendo tú misma y ves a los demás. 

Trata de conocer gente nueva en actividades que te hagan salir de la rutina de todos los días y refúgiate en esos familiares que te amen, pero que también tengan un criterio coherente en sus vidas para que te puedan apoyar firmemente si es que decides seguir un camino diferente. 



No temas al estar sola, porque en este mundo hay millones de habitantes que pueden entrar y salir de tu vida sin ningún problema. Recuerda que NADIE es indispensable en la vida. 

Y si estás aún soltera y quieres encontrar pareja, entonces no te dejes llevar por lo que te digan los demás con sus expresiones como: "sino te casas yá, vas a quedarte solterona"... Créeme, hoy en día ese término quedó en el pasado y es resultado de una envidia latente de quien ya es infeliz. 


Con esta nota no busco juzgarte pero sí quiero que puedas tomar algo de aliento, fuerza, coraje y te digas: ¡Vamos que aún puedo ser feliz!, nada en el mundo puede ser más importante que tu felicidad. 


Shirley Álvarez Bahamón